Y quien es ahora mi referente, si todo aquello que me sostenía se desvanece y solo queda un gran vacío que desemboca en la más absoluta oscuridad. Refugiarse en lo prohibido es, en mi entorno, la opción más escogida, sin mirar todo lo que ello supone, todo lo que atrás se queda, todo lo que se rompe...
Refugiarse da lugar a la distancia, impidiendo a los demás, ver tu alma, debilitando la relación afectiva que conserva como único soporte la preocupación de los demás de lo que refugiarse significa.
Refugiarse en lo inadecuado, potencia en la persona una inconsciencia que imposibilita una percepción objetiva de la realidad, enredándola con una visión subjetiva que parte de la ignorancia y de la clara intención de rendirse. Sumergirse en lo más profundo no evitará los problemas, pues al salir a la superficie, estos resurgirán con más fuerza e intensidad que antes. No desaparecerán si tú esquivas la realidad, si tú no los solucionas y si tú no luchas. Refugiarse en lo nocivo te llevará a la perdición, ya que el mundo a tu alrededor sigue girando y sólo tú te has detenido.