Esta es una realidad, no una agresión, ya que lamentablemente estamos todos, el que escribe incluido, en el actual conjunto humano. La incoherencia mayor, es considerarse superior, ya que genéticamente pertenecemos a una única especie, porque si solamente una parte de ella hubiese evolucionado, no podríamos fertilizarnos ni tener hijos aptos para la reproducción al copularnos con los evolucionados. No lo dice un ignorante cualquiera, sino lo indica y comprueba la Naturaleza. Así dadas las cosas, estamos inmersos en una marejada social, plagada de fracasos y paradojas, con grupos algo más lúcidos que el resto que no son suficientes ni en número ni en peso de poder, para soñar siquiera en el cambio que se necesita para comenzar a evolucionar en una mutación positiva. Solamente; por ahora, nos cabe soñar.
Lo que sigue es un ejemplo de lo que podría ser nuestra vida si no comprásemos espejitos y peces de colores que nos venden los poderosos que quieren continuar siéndolo a nuestra costa. Un posible cambio ocurriría si viviésemos como Natura lo marca en función de la evolución positiva de nuestra especie.
Esperanza es una mujer de cincuenta años, que vive en un deseado futuro que tanto ha sido boicoteado en forma permanente en su historia humana anterior. Hace aún falta recorrer mucho trecho para lograr una Estrategia Evolutiva Estable, que permita a nuestra especie evolucionar positivamente. Ella ha vivido lo fundamental, que es el logro en la mayor parte de las comunidades, que se piense y proyecte no en función individual o familiar, sino de toda la especie; de todo el orbe. Fue el paso más difícil, logrado en pequeñas comunidades, a raíz de los desastres ambientales que hicieron ver a unos pocos que era prioritario el cambio de concepto desde lo individual a los intereses prioritarios de la especie. Se estableció el debate inicial de un nuevo enfoque pensando en la comunidad humana y no en intereses y negocios individuales.
Mediante el aporte científico, se concluyó que el próximo paso genético debía ser una disminución de la expresión génica de genes vinculados al egoísmo, que la civilización humana había estimulado en forma permanente, lo cual llevó a una expresión estimulante de otros genes que resultaron nocivos, como ser los responsables principalmente de la codicia, el engaño, la mentira y la agresividad. En contrapartida, la expresión génica auténtica del altruismo, había disminuido en aras de una falsa, hipócrita y pretendida atención hacia los menesterosos. Los primeros pasos fueron para tratar de reparar el daño hecho hacia la Naturaleza, lo cual sirvió para comenzar a restaurar pequeñas ecologías, pero también para entender que la modificación de fondo debía ser global. Esto comenzó a determinar un nuevo pensamiento considerando ante todo, la especie. El negocio para ser válido debía ser en beneficio de todos, la nueva economía debía establecerse íntegra y exclusivamente en función de todos los habitantes del orbe.
Comenzaron a practicar ejercicios auténticos para disminuir la expresión génica de los genes que debían atenuarse en beneficio del progreso de la especie, que se determinó que eran los genes egoístas y recuperar la expresión de los altruistas. Se inició un largo camino, pero de características virtuosas. Estos cambios fueron registrados por otros grupos proclives y trascendieron continentes y mares. Casi sin notarse comenzó una comunicación más allá de las fronteras. Se inició una verdadera comunicación mundial que llevó a una real fundación de Naciones Unidas, y no a un conciliábulo para encolumnarse en los negocios entre los países más convenientes. A esta novedosa opción la llamaron ´´Comunidad Planetaria Con Especie Recuperada´´ o su sigla: COMPLACER.
Fue un paso clave, ya que la mirada hacia la especie se orientó en forma global, respetando el sentir del territorio natal, como arraigo y atracción pero en modo alguno por encima de la especie. Las naciones pasaron a ser consideradas como antes se consideraba a una provincia de un país, y ahora a este, como parte integrante del COMPLACER. La bandera de todos era la del COMPLACER, y la antigua de su país era la del terruño donde había nacido cada uno sin connotación de división ni confrontación, sino de integración a la especie unida. La labor posterior fue mucho más ardua, pero conforme se ejercitaba la epigenética en forma ferviente, la visión de especie tomaba protagonismo y se pensaba en tal sentido, pudiendo elaborar Estrategias Evolutivas Estables. Cada país elevó su proyecto elaborado a partir de las principales ideas de sus integrantes, para que la institución mundial propusiera a consideración de todos, una Estrategia Evolutivamente Estable. La finalidad era que una vez aceptada, se iniciara la nueva operativa a aplicar.
Lo que se consideró a priori una utopía, se fue logrando con esfuerzo y mucho ejercicio epigenético positivo. Tardó un par de generaciones, y la constante observada fue que se progresaba en función de conseguir en cada país avances en la consideración de sus habitantes como especie única y no como grupos de poder enfrentados entre sí. El apoyo de la ciencia al encontrar hacia donde evolucionaba el lóbulo frontal en la especie, ayudó a ciertas decisiones difíciles. Las neurociencias , descubrieron hechos que eran evolutivos y que apuntaban a seres con mayor función energética y menor desarrollo de masa material y corporal. Esto significaba que lo material disminuía en importancia a expensas de un crecimiento energético con poca base palpable.
Esto no interesó solamente a la ciencia práctica, sino también a filósofos, religiosos, humanistas economistas y moralistas. Lo común a todos ellos, era la sensación que era menester no tan solo fortificar sino también sincerar en lo profundo la disminución en la expresión génica del egoísmo y otros genes colaboradores, y estimular la altruista. Esta sería la única manera de iniciar la evolución que la Naturaleza marcaba. Cuando esto tímidamente se inició en distintos grupos, automáticamente hubo actitudes que durante milenios habían impedido todo cambio. Las dos principales, fueron la de economistas y su entorno y la de gente religiosa. El aspecto económico se fue solucionando a medida que los grupos fueron atenuando en forma auténtica y sincera la expresión génica del egoísmo. Había que adecuarse a la ley de COMPLACER, dictada con el acuerdo de todos los grupos participantes. era muy amplia y se pudieron adecuar desde grupos anteriormente conservadores, capitalistas y liberales que pasaron a considerar ideas en ese sentido destinadas al beneficio de toda la especie, hasta los socialistas y comunistas. Una idea que surgió en común con la nueva manera de actuar en función de toda la especie, fue la de los ingresos o beneficios a cada individuo. Debía tener un máximo y un mínimo de acuerdo a la cantidad y utilidad social del trabajo realizado. Porque era beneficioso el estímulo para el trabajo y la superación del individuo, pero en ningún caso esto debía ir en desmedro de lo básico y humano para todos los de la especie.
Para lograr el reparto más equitativo, COMPLACER alimentó a megacerebros electrónicos con información de cada grupo participante, y de acuerdo a la cantidad de habitantes, se asignaba la cantidad mínima de valores a percibir para toda esa población y sus profesiones . También se consideraba la cantidad mínima a producir en cada actividad. El excedente obtenido se repartía individualmente de acuerdo a lo indicado por el mega cerebro, lo cual era siempre calculado mensualmente. Se reservaba un porcentaje para cumplir con impuestos de la sociedad no adherente, con gastos imprevistos y catástrofes o para zonas de poca reserva natural. Los megacerebros, señalaban cualquier desviación imprevista, para ser inmediatamente corregida. Algunos grupos quisieron continuar con el sistema monetario previo, otros simplemente se adhirieron a los valores fijados en módulos COMPLACER, esta decisión podía cambiarse con sesenta días de pedido previo, pero siempre se recibía lo calculado en cada caso por los megacerebros, al igual que la equivalencia entre distintos procedimientos. La ventaja del uso de megaceebros no era tan solo la imparcialidad total, sino que resolvían cualquier controversia siempre en consideración al interés de toda la especie. Lo que el COMPLACER había desterrado totalmente era el acopio de bienes de cambio, y la persona venía desnuda al mundo, y se iba de igual manera, si había excedentes, reforzaban el fondo de imprevistos y catástrofes. Toda modificación del sistema se consideraba e implementaba siempre que fuese aconsejable para toda la especie. El funcionamiento y permanencia de los cambios efectuados en la mira de toda la especie, no conllevaron grandes discusiones, ya que al funcionar el sistema epigenético de control voluntario y sincero de la expresión génica, hicieron que el punto de mira social avanzara permanentemente hacia la consideración de la prioridad de la especie ante todo. Fue notable la importancia de los megacerebros en facilitar el progreso del sistema evitando complots y falsedades desde grupos externos, que fingían sinceridad para desbaratar el accionar en pro de un cambio en la especie humana.
Estas máquinas siempre se adelantaron a posibles ilícitos ya salvados por el mecanismo en base al ADN que imposibilitaba desvíos de cobros o gastos personales. Además cualquier amenaza posible, fue inmediatamente neutralizada, evitando que el avance comunitario logrado en base a disminuir la expresión génica egoísta, fuese avasallada por el gran egoísmo de grupos externos. El otro aspecto importante, fue el de las religiones y sus credos. En la realidad, de manera empírica, estas intuyeron siempre que el mecanismo de sucesos increíbles y acciones notorias en el seno de la sociedad, se realizaba a través de los humanos. Como no lo podían ni interpretar ni comprobar, les resultó cómodo atribuirlo a alguna fuerza superior a nosotros, que en líneas generales fueron resumidas en un ente o Dios, o a varias fuerzas especializadas o Dioses. Además les vino bien esa atribución a lo desconocido y todopoderoso para arrogarse los dirigentes religiosos la representatividad. Terminaron así atribuyendo el vínculo sobrenatural, con la asociación del poder asociado al dinero de los dirigentes religiosos. Desestimaron así la posibilidad del manejo humano común sin la intervención de lo sobrenatural o la aprobación de los poderosos.
Lo que logran las religiones, es convencer que el egoísmo hay que disminuirlo pero sin que intervenga fervor o fe en ese hecho. Debemos si no lo conseguimos, recurrir directamente a fuerzas superiores exteriores a nuestro ser ya sea en soledad o ayudados por los intermediarios religiosos poderosos. Todo lo que logremos o no en este sentido, se nivelará en una vida futura, mediante una justicia divina. La fe y oración consigue el accionar fervoroso del Supremo que es el que realiza el milagro del cambio, y se suma la efectividad en las oraciones múltiples. Lo único que nos es dado manejar, es el ruego, cuanto mayor y más ferviente, crece la posibilidad de asistencia divina. La religión en sí, no plantea una relación individuo-especie, la acción es puramente individual y puntual en determinada circunstancia. Plantea la bondad en cada persona, y un premio o castigo individual divinos , al margen de lo que ocurra con el resto. Sostiene una evolución individual sin la existencia ni influencia de lo que ocurra en el entorno, no tiene la más mínima importancia lo que ocurra con el resto de los humanos. Fue posible congeniar los fieles religiosos sinceros con lo descubierto de los mecanismos epigenéticos, ya que el que los practica, está convencido que él, su voluntad y sinceridad es lo que va actuando en la modificación de la expresión génica inhibiendo la actividad de genes egoístas y conexos, lo cual se transmite al entorno y luego más adelante a través del acervo génico se traslada a la descendencia.
El desencadenamiento de este ejercicio se debe a avisos diana recibidos en nuestro ser. En cambio el religioso, cree que por inspiración divina, o por un hecho puntual necesita orar fervorosamente y sinceramente pidiendo a su Dios que actúe en ese hecho. En realidad se suma a esto, otros rezos y ayudas de científicos y agnósticos también sinceros que rezan a su manera, solicitando que ello ocurra, lo cual se suma en el pedido puntual. Si se concreta; según los religiosos ha sido gracias a la participación mutua de los demás que ha estimulado a Dios a brindar la gracia pedida. Sin saberlo, los religiosos, van estimulando su expresión génica para disminuir genes egoístas y conexos, y se suman a la acción mancomunada de ir evolucionando hacia una especie con egoísmo disminuido en su acervo génico. Es lo que fue ocurriendo, engrosando población adherida al COMPLACER. Por supuesto falta aún convencer a los que siguen a los falsos religiosos que quieren seguir con el sistema implantado de creencia a los poseedores de poder religioso-dinero.
Según algunos antropólogos nuestro problema es que somos simios, y como tales, tendemos a elegir líderes, y que sean despóticos. Si es así, esto se va corrigiendo a través de elección de líderes tecnológicos como son los megacerebros, insuperables, imparciales e imbatibles, que han permitido instaurar el inicio del cambio a través de COMPLACER .
Mercedes, es la hija psicóloga de Esperanza, e integra un grupo multidisciplinario que establece el nexo de su país argentino con COMPLACER. Comenta a su madre lo que ha sido su día de trabajo, y esta analiza conforme escucha, los cambios vividos, y la manera como distintas naciones que adoptaron diferentes formas, terminaron en una concordancia en común. En ese momento lo ve como lógico, ya que todo el cambio se ha realizado en función exclusiva de la especie. Argentina, decidió continuar en su sistema económico tradicional, ya que a pesar que sus habitantes tenían como en el resto del mundo, distinto grado individual de expresiones génicas de genes del egoísmo y la mentira; la confianza imperante debido a la existencia de mafias y a pesar de los megacerebros independientes que intentaban oponerse, era prácticamente nula. Solamente se podía confiar en lo más antiguo que persistía medianamente confiable, que era el dinero contante y sonante proveniente de lugares geográficos ´´más serios´´.
Afortunadamente COMPLACER se ganó rápidamente la confianza mundial debido a que sus individuos constituyentes día a día aunque de manera casi imperceptible obraban con una menor dosis de egoísmo, y una mayor concepción de especie única universal. COMPLACER se instauró rápidamente como una torre de babel de intercambio monetario, derivando lo que representaba el dinero a cada individuo, según su gusto y confianza. En la historia humana, se había comprobado que el bien de cambio llamado dinero, era confiable si estaba en manos de quien o quienes manejaban el poder en un determinado momento. El mundo estuvo siempre a merced de líderes aparentemente confiables. Estos debían directa o indirectamente manejar la vida y la muerte de los súbditos, y también su bienestar o miseria. Debían parecer dioses sin serlo. Ante la caída de uno de esos dioses, en los casos que históricamente el dinero era representado por un objeto sin valor en sí mismo, los individuos que habían provocado esa caída en el gobierno y ocupaban luego su lugar, se aseguraban el exterminio del poder anterior. Para ello, anulaban el valor del papel moneda vigente , cambiándolo por uno nuevo fabricado por ellos. En este cambio simbólico, la realidad concreta era el pase de la confianza de la población en el o los nuevos dioses y el desfenestramiento de los anteriores.
¿Que tenían los nuevos, sin considerar el poder, mejor que los anteriores? Simplemente la creencia del mejor manejo de dicho poder por la mayoría de la sociedad. ¿En que se transformaba en la realidad concreta, el poder? En un mejor bienestar material que el resto de los individuos, tanto mayor cuanto más espacio de poder tenía el líder o dios máximo que lo administraba. Es por ello que el poder individual era frágil si el conductor lo repartía entre sus gobernados, y pasaba a ser un poder de grupo o conjunto. Es por ello que el poder de los individuos que pensaban en función de la especie se repartía, y la forma real de mantenerlo, era disminuyendo el acervo genético del egoísmo personal. Una evolución voluntaria en tal sentido, era posible si disminuía lo material en los individuos y aumentaba lo no tangible, es decir lo que conocemos como el espíritu.
Esta mecánica era la que señalaba la Naturaleza, y era la que se había programado en los megacerebros, pero no era solución, ya que estos se programaban indistintamente tanto para bien como para el mal,según fuese su poseedor. En el caso de mafias los utilizaban para el mal. Pero su existencia había permitido emparejar opciones, y que lo positivo no quedase rezagado frente a la opción tradicional de poder o de la delincuencia. Volviendo a Argentina, tardó en general más en adecuarse plenamente a lo que ofrecía en su totalidad COMPLACER, pero lentamente con la evolución individual del acervo génico, se fue logrando. La mayor resistencia personal, fue desprenderse de bienes inmuebles y muebles para el reparto en lo social, para el bien común.
Porque lo que cada persona recibía por su labor diaria, en el caso más valuado en la conclusión de megacerebros, no permitía en su vida, por el momento, acopio de cantidades de bienes personales excesivos. La idea era que cuando la expresión génica egoísta hubiera disminuido al máximo, nadie aspiraría a acopiar bienes , debido a su propia naturaleza.
Mercedes, no había optado aún ni por cobrar por puntos del sistema COMPLACER, cobraba en dólares, y cuando adquiría o pagaba algo el megacerebro se lo traducía para su registro, al sistema imperante. Tampoco había cedido la casa de sus bisabuelos, de modo que costeaba toda su manutención sin recibir retribución material, ya que el alquiler ya no se podía realizar por los adherentes a COMPLACER, que por otra parte no necesitaban ya que todos poseían su vivienda a utilizar mientras vivían. Los megacerebros que tenían toda la información ciudadana, estaban situados en satélites que orbitaban la tierra, y estaban controlados desde estaciones orbitales. No obstante, Mercedes, ya tenía una buena impronta en la expresión génica de la inhibición egoísta, y obraba en consecuencia. Todo lo demás que hablaron, se trataba de la resolución de lo que ocurría en el trabajo, que se encaraba con espíritu colaboracionista y además regido por normas cooperativas. Además, comentaba lo que planeaban junto a sus compañeros al terminar su labor. Fundamentalmente era el accionar en aras de la paz y el mantenimiento ecológico, que había que realizar hasta que los habitantes del orbe estuviesen en condiciones de integrar totalmente a COMPLACER, y de esta manera resolver las situaciones en aras siempre de toda la especie.
Mercedes, también colaboraba con su profesión en una de las áreas que junto al problema de las guerras, había avanzado más en el mundo. Era el no participar voluntariamente del sistema de la aplicación de ejercicios de la expresión génica en genes del comportamiento que resultan nocivos para la especie, al aplicarse dentro de la misma, y no como defensa hacia el exterior. El caso más preocupante era la agresividad y en especial asociada a problemas delincuenciales. En este sentido, había una disminución muy notable de la acción delictiva entre los adherentes a COMPLACER, y casi total de los episodios que no obedecían a alguna alteración mental, en lo cual se había adelantado científicamente en casos que anteriormente no se consideraban como enfermedades de la mente u obsesiones patológicas.
La estrategia que utilizó COMPLACER en base a las propuestas que luego fue aprobada por todos los países miembros participantes, fue la de considerar a la delincuencia como un desvío mental regido por genes de la conducta, a los cuales podía aplicarse el ejercicio epigenético voluntario en cuanto a la modificación de la expresión genética, y que se trataría al fenómeno delincuencial en todo su espectro como una enfermedad, debiendo aislar a quienes la padecían en hospitales integrales a cargo de médicos y personal sanitario especializado, y solamente por personal de vigilancia en áreas no contactadas por ese grupo con los pacientes, en zonas perimetrales de posible fuga. Esos hospitales, debían constituir un poblado en el cual se establecerían factorías de trabajo y otras de estudio y formación para los reclusos, para integrarlos a la especie cumpliendo con la moral y la cultura del trabajo y estudio. Cada interno, de acuerdo a sus posibilidades comprobadas por megacerebros, cumpliría con su aporte de labor al igual que todas las demás personas que adherían al COMPLACER, mediante lo cual debían autoabastecer sus necesidades de manera que el hospital no necesitase de aporte de sustento externo. Al mismo tiempo, debían generarse centros de investigación del origen y causas de conductas delictivas , para lograr que patologías que obligaban a reclusión perpetua, como la de asesinos seriales, violadores y similares, se pudiesen curar y ser dados en algún momento de alta por la junta médica a cargo de determinar las curaciones.
El primer país integrante que aceptó la experiencia en forma concreta fue el Canadá. Los megacerebros, a cargo, dieron el visto bueno al inicio de la experiencia cuando la cantidad de voluntarios reclusos mundiales, fue la suficiente para que el sistema pudiese autoabastecerse y no hubiera requerimiento de ayuda exterior. Las fases iniciales se cubrieron por préstamos voluntarios de ciudadanos que quisieron aportar. Antes de lo previsto por los megacerebros, se comenzó a autoabastecer el proyecto, que pudo recuperar a muchos reclusos y se encontró el origen mental de desviaciones delictivas que antes eran incurables. La clave fundamental, fue que los reclusos integraron a pesar de estar aislados, de los derechos y deberes de toda la especie integrante, hasta que lograban su alta médica e inserción activa total en la especie. En el momento que Mercedes pensaba y recordaba estos aspectos ya era raro el país integrante al sistema que no había instaurado su poblado de hospital carcelario, ya que era beneficioso en el crecimiento de población activa y productiva y generaba más bienestar a la población en general, integrando a la especie de su comunidad, población voluntaria de pensamiento como especie.
Algo a considerar en forma especial, fue la integración de la tecnología que posibilitaba una más pronta evolución, a los intereses y necesidades de la especie. Porque megacerebros y otras máquinas, creadas por la especie, no podían sumar inteligencia, el límite era la humana, lo que se lograba era modificar los tiempos requeridos para lograr algo. Lo que antes tardaba un siglo, ahora se lograba en segundos. Una máquina tecnológica no valía por su materialidad, ya que lo que cabía en un metro cúbico, lograba en un minuto lo que todos los habitantes de la tierra juntos no podían elucubrar en ese tiempo, esto era puramente espiritual, pequeña masa material podía conseguir energía inconcebible. La aplicación tecnológica de una pequeña máquina, cubría lo que no lograba la humanidad conjunta, la evolución nuestra, entonces era hacia minimizar el cuerpo y sus sensaciones en aras de lograr rapidez en nuestra energía mental , esa era la misión humana, el enfoque de la especie. Conductas individuales como el egoísmo, codicia, engaño, agresividad y otras, solamente lograban anclaje en actitudes de lastre, de inmovilidad mental circunscripta en hechos banales. La energía de la mente, hacia la liberación de la especie, hacía que segundos transcurridos, representaran una eternidad. Y ese era el logro de una tecnología bien aplicada. Y la liberación real del espíritu de nuestra especie.
Somos partículas de nuestra especie, la tan mentada libertad, no se puede conseguir sin que participemos de una especie libre. Nuestra necedad es ignorar a la especie, nuestra individualidad representa su anclaje. Hasta lo manifiesta nuestra fantasía, que es una realidad posible. Si otros simios lo entienden antes que nosotros, evolutivamente nos pasarán por encima, sería un castigo a la necedad. Nuestro mismo organismo nos avisa, nos envía dianas para que logremos variar nuestra expresión génica.
Pero como materialistas anclados, solamente escuchamos las dianas que cubren lo material inmediato y nos negamos a oír avisos para orientar nuestro futuro como especie intelectual. Por ello respondemos a la diana del hambre y la sed, bebiendo y saciando nuestro estómago. Por ello nos matamos, como bestias primitivas. Ignoramos totalmente e incluso negamos, nuestra futura especie, despreciando neuronas y lo que conduce a ser superiores. Tiene la palabra nuestra civilización y lo que queda de la maltrecha especie. Personalmente no adhiero al absurdo, es solamente un entretenido y a veces perverso pasatiempo.