Noviembre 22 un día muy especial diferente
Cumpleaños de la mujer más bella
Cálida, chispeante y trasparente
Aquella que posee en su ser
Toda la ternura, la calidez y la belleza
la intensidad de su mirar
es como una tarde de otoño en calma
te marca su mirada a fuego lento en el alma.
¿Cómo escribirte un poema?
para alguien que nunca podré ver
Sin que me traicione el corazón
Y me maten los recuerdos
Para aquella que nunca podré conocer.
“Como escribirte un poema”
que nunca lo has de leer
jamás de su existencia has de saber
Quedarán escritos mis poemas en el viento
se perderán en la inmensidad del cielo
Como un suspiro o un profundo lamento.
“Como escribirte un poema”
Pensando en la suavidad de tu piel
Mordiendo en mi boca tu nombre Adéle
Grita su dolor desesperado mi corazón
Ya no tiene una razón porque vivir
Una fantasía o una pequeña ilusión
Se diluye en el tiempo para morir en su propia pasión.
El Mendigo y poeta dueño de la pluma
Del silencio la nostalgia y la inspiración
Del ánfora de los recuerdos perdidos
llena su copa para brindar por ti
y al elevarla al cielo sin palabra alguna
se refleja en el borde de la copa
la cálida luz de la hermosa luna
trata de dominar la emoción
en su mano tiembla la vieja pluma
para escribirte un poema desde su corazón
que nunca llegará hasta el altar de tus manos
Maldigo mi suerte o quizás la vida tenga razón.
El Mendigo se marcha por las solitarias calles
arrastrando penas y soledades gastando vida
en la mesa ha quedado la copa vacía
junto a ella el poema escrito
Por el Mendigo y poeta firmado
Del añejo candelabro de hierro forjado
caen restos de una vela sobre el poema
¡¡¡Se está quemando!!! Solo cenizas van quedando
Pero en el humo, el poema escrito ha quedado
Viajará en el viento por desiertos y mares cruzando
Soñando con llegar hasta tu habitación
sobre tu almohada junto a tus cabellos
el duende de mi alma dominando su emoción
susurrará en tu oído el poema que tanto ha viajado
que humildemente hoy el Mendigo te ha dedicado.
Ha quedado la copa vacía sobre la mesa en soledad
Corre una lágrima por el frío cristal
Llora la copa vacía en el silencio de la noche
Es la misma que sin brindar se ha quedado
No tuvo otra copa para brindar por tu felicidad
En el silencio comienza a escucharse en la soledad
Desde la pared asomado en el balcón de un ladrillo
De blanca y larga barba con su antiguo violín
Entonando una triste melodía un viejo grillo
Que acompaña al Mendigo hasta su fin.
Otra noche del Mendigo, un nuevo sueño perdido
Camina por las calles tristes y mal herido
Patético óleo doliente acuarela de sombras
De tristes tonos de negros con matices de olvido
Retumba el poema en el alma del Mendigo
Y el eco como un ardiente látigo desgarra su corazón
Dejándole una sangrante herida y profunda grieta
En el alma del Mendigo y poeta.