¿Que tienes ya diecisiete y te quieres mandar sola?
En que estás pensando mi niña, la vida no es una moda;
que te sientes ya muy grande y quieres conocer el mundo,
no sabes que allá afuera no es todo muy fecundo.
Hay mucha gente mala que te mira y no respeta
la niñez que aún llevas y te envuelven con sus tretas.
La vida es dura mi niña, cuesta mucho no desviarse,
hay demasiados malos ejemplos que ya pueden contagiarte.
Escucha a esta vieja sabia que ya ha vivido mucho
hay cosas en este mundo contra las que aún lucho;
tu juventud disfruta, aprende a soñar despierta,
ponle empeño a tus estudios y se te abrirán muchas puertas.
Sin educación mi niña no se llega a ninguna parte,
serás una mantenida si llegas a casarte,
aunque aprendas solo un oficio, hazlo siempre con esmero,
veraz que con tu esfuerzo llegarás siempre primero.
¿Que también hay un muchacho que te dice que eres bella?
Y te ha ofrecido el cielo con la luna y sus estrellas,
eres muy joven mi niña para iniciar con él la vida,
pronto te veré sumisa sirviéndole la comida.
Llenándote de chiquillos, envejeciendo cada día
sin alcanzar tus sueños y odiando tu rutina,
hazme caso pequeñita y da el paso primero,
sé mujer independiente y te lloverán los buenos.
Si por mala suerte escoges un mal hombre,
lo mandas a la cresta y te olvidas de su nombre.
Que bueno que mis palabras te sirvieron hija querida,
sé que de ahora en adelante mirarás distinto la vida.
Tu padre y yo te amamos y te daríamos hasta el alma,
así es que desde mañana te tomarás todo con calma.
Confío en ti mi preciosa, sé que serás alguien grande,
por si algún día lo necesitas aquí estará siempre tu madre.