No pertenezco a ese grupo de personas que desde el punto de vista literario, no pertenezco al grupo de Don Guidos, personas que son el lastre de la sociedad, personas que también conocidas como el señorito andaluz, si por ellos fuera la Mona Lisa debería de estar en su casa planchando y en su lugar colgada la cabeza de un toro, al que le han visto sufrir. Pero claro todo en nombre del arte, de que como de espartanos se tratasen matan a todo el que vean que no lleva un caballo con la las trazas rojas y amarillas en su camisa, y a personas que caminan no en unos zapatos de intolerancia, y de represión, sino, que no llevan zapatos ya que vuelan con las míticas alas de la libertad pero estas son arrebatadas, por esos espartanos, al grito de “unga unga” como seres primitivos.
Se decía que en el imperio de Carlos I en España no se ponía el sol pues me alegro de que ahora si se ponga porque hemos liberado a algunos países de sufrir la crueldad socio-política que estamos sufriendo. Aunque ellos lo estén pasando mal, tienen amor, libertad y tratan a la gente como si de sus propios hijos se tratasen, sin embargo en un país en supuesto desarrollo atamos a los que “queremos” y si se liberan un poco sus ojos se vuelven del color del lirio. Se que esto no lo verá nadie, pero ahora mismo con las lágrimas enfurecidas cayendo sobre este teclado y escribiendo ellas solas, solo me queda decir que en un país donde nos caracteriza la corrupción del resto de Europa, un país donde como decía Amarna Miller: “Tratamos al inmigrante como basura y al emigrado como héroe”, un país donde se recortan las pensiones y aumenta el paro,donde los jóvenes estudiamos hasta los 30 para después trabajar toda nuestra vida probablemente en un trabajo con un salario de 700 euros y que no nos guste por que no nos dio la nota en la magnifica selectividad, solo digo que me da vergüenza, asco, pena vivir donde vivo y sobre todo como decía Unamuno me duele España.