Un día soñé con casarme, salir vestida de blanco y creía que era lo más hermoso del mundo, pero cuando supe estaba embarazada nunca pensé que se podía sentir ese sentimiento tan maravilloso de saber que en tu vientre late una gota del amor que derramó tu corazón.
Ahora que los he parido, sigue mi corazón experimentando sentimientos nuevos.
Ahora ustedes hijos que ya son adolescentes y casi adultos, veo que aun hay mas sorpresas y le pido a Dios que me de licencia de verlos ya convertidos…
Primeramente en personas realmente humanas que siempre tiendan la mano
a quien lo necesite, segundo que siempre pregonen la unidad de la familia
y después como: padres y madres para poder constatar que lo que
les inculcó mi corazón fue lo más acertado que vi
en Dios.
A mis 3 adoradas princesas y 2 príncipes
Colaboración de Luz María
México