Siempre en cada amanecer te doy gracias mi Dios por la dicha que me has dado de tener a mis dos más grandes tesoros, cierro lo ojos y recuerdo desde sus primeras pataditas dentro de mi vientre, de su llanto, de su risa, de su manera de dormir, de la ternura con la que siempre me llaman mamá, de su mirada, de sus pasos, de sus gustos, siempre pidiéndome que este junto a ustedes, quizás ahora no entiendan muchas cosas, pero el tiempo les dará muchísimas respuestas y allí estaré yo para poder aclararles lo que les quede de dudas….
Quizás la distancia sea nuestra peor enemiga, pero siempre deben tener presente que su mamita les quiere muchísimo y desde lejos bendice cada día de su vida, ¡que difícil es no tenerles no abrazarles y besarles! ¡Qué difícil es no poder mirarlos a los ojos y poder decirles lo siento!... Sí porqué me estoy perdiendo los mejores momentos, sus mejores sueños, sus mejores historias de la escuela y lo mejor…
Ver el como día a día van haciéndose más grandes, gracias a ese ser maravilloso que tenemos en cada paso que damos velando por nosotros ese ángel que durante muchísimo tiempo tuvimos la dicha de poder contar con su compañía, ustedes son el reflejo de su amor en la profundidad de sus ojos, mis retoños, tengo la viva imagen de él, de ese ser a quien mi vida entera podía entregar, y quien fue dueño del amor más sincero que mi corazón a podido desbordar…
Es por esto y mucho más, que debo decirles gracias mis bebés porque en tan corta edad han sabido sobrellevar nuestras peores adversidades y más porque han sido el pilar para que yo como persona como mujer y como mamá aún pueda estar de pie luchando el día a día les amo con todo mi corazón .
Colaboración de
Elena B
Ecuador