Antes que nada doy gracias al ser supremo por la vida maravillosa que nos a dado. Cada uno de nosotros somos únicos, cada quien vive sus experiencias ya sean positivas o negativas somos responsables al cien por ciento de las experiencias que vivimos. Hace varios años me sentía frustrado, me sentía tan humillado por las personas que me rodeaban era un sentimiento tan negativo que hasta pensé que la vida era dura, difícil.
Cuando salía de mi casa en mi pensamiento brotaban las ideas de que alguien me ofenderá de alguna forma hasta en la escuela era humillado por los maestros por alguna cosa que no hacia bien yo sólo vivía en esa tensión.
Un día me cansé de todo esto, cuando regresé a mi casa era de noche me encerré en mi cuarto lloré por tanta infelicidad que vivía a diario le pedí al ser supremo que me diera algún señal de que la vida era una maravilla, en es mismo momento sentí algo en mi corazón era una sensación muy rara que me hacía sentir mejor, y no me esperaba algo increíble que surgiría desde ese día me propuse de todo corazón ver el mundo que me rodeaba de una forma positiva pensé por unos momentos y exclamé que tal si cambio la forma de ver las personas que me ofenden y verlos como si fuesen amables conmigo.
Me enfoqué en esa idea todos los días, lo que sucedió fue algo inexplicable: en unas cuantas semanas todo cambió, sentía el placer de vivir cada día, ya no habían personas que humillaban todo cambió. En ese momento lloré de felicidad, comprendí que todo estaba en mi mente. Si cambias la forma de ver el mundo con tu mente todo a tu alrededor cambiará lo que piensas en tu interior crea tu exterior si te pasa algo malo tienes que tener voluntad de ver lo positivo de esa experiencia.
Colaboración de Elmer
Guatemala