En tus hermosos ojos veo a Dios, en tu sonrisa escucho mi gloria, eres
mi luz, mi fuerza para resistir el día a día puesto que
por ti estoy viviendo; creo que en ti encuentro esa paz que necesito,
simplemente tu llegada a iluminado a este corazón.
Yo no pensaba que podría darle vida a una cosita tan hermosa
como tú, hoy más nada le pido a Dios, solo que me permita
mirarte crecer, acompañarte en tu desarrollo, en tus tristezas
(que siempre las hay desgraciadamente) y en tus alegrías (que
espero sean muchas.
Mi Alejandra vive, sueña, ama, ríe, llora, grita, calla,
has lo que quieras y dí lo que sientas, pero siempre ten presente
que tiene que ser hecho por tu voluntad, con libertad, por amor y por
respeto a ti misma y a los demás.
Te amo vida mía, te ame ayer, te amo hoy, y te amaré por
todos los tiempos en los que existamos... Tu madre: María
Colaboración de
Airam
México