Si acaso crees en los muertos que caminan
y deambulan por escasos que sean los sueños
yo soy uno de ellos,
tenemos todo lo que un ser vivo pudiese tener
caminamos entre ustedes, sin darse cuanta de que existimos
mas nuestros ideales nos convierten en seres extraños
e incomprensibles.

Caminamos sin rumbo ni razón,
damos una pauta al signo
mas insignificante de vida en nuestro corazón
y después de saber que tan solo fue una chispa
titilante seguimos nuestro camino de nómadas
sin ver hacia atrás, pero creo y siento que este
pequeño resplandor no puede quedar en las manos
de nuestro padre olvido, ya que la pequeña centella
de resplandor se ha convertido día a día
en la más grande estrella que surca los cielos
he dado un voto de silencio para comprenderme.

Pero el silencio me ha dicho basta ya no quiero
ser tu cómplice y el corazón me ha abofeteado
y al fin el ego ha quedado, se que nada será igual
y aun así quisiera proponer una tregua de amistad
que es lo único que puedo ofrecer,
para que el silencio diga lo que tanto sentí
y el corazón lo que tanto callé.

Días tristes

Colaboración de Carlos Daniel García
México