No explico lo que fugazmente
Se acaba. Todo se acaba.
No hay cuenta regresiva,
Los lentes son oscuros,
El cisne esta en el lago;
No se puede explicar la vida
Que tan lenta jamás se extingue.
Aun así: muero y tengo que morir.
Ciegos ojos y una boca
Y unos labios nunca probados,
Sangre por venas de venas,
Sonidos cargados de tanta desesperación y de
Hojas susurrantes por las tardes.
Pronto se relajan las ramas,
Se bastan las castas flores, la rosa ya no es roja
En una pendiente sin fin.
Ladra el viento, gira el Sol como un caminante
Que regresa siempre al mismo lugar.
No explico lo que fugazmente ya se fue
No vuelvo otra vez sobre la misma pared
A pintar de un color amarillo
Algo de paz.
No explico ya mi vida,
Sólo vivo, sólo vivo,
Solo muy solo
Aún la vida acoge.
Colaboración de Paolo Mario Astorga Requena
Perú