El once fue el atentado
el doce consternación,
por este brutal impacto
que a la ciudad sacudió.
La gente se echó a la calle
reprimiendo su dolor
once millones y medio
salió a la manifestación.
Como una piña en las calles
los paraguas empedraban
con mosaico colorido y
crespón negro en las ventanas.
Lazos de crespones negros
de los balcones colgaban,
silencio, manos en alto,
con banderas y pancartas.
Esta manifestación
al mundo le hará vibrar,
son imágenes que llegan
por presa internacional.
Se suman varios países
ha este dramático horror
que dará la vuelta al mundo
oprimiendo el corazón.
En España no han caído
las Gemelas desde el cielo,
han explotado vagones
masacrando a varios cientos.
No solamente en España
el luto extendido está,
también en otros países
por el echo de matar.
Muerte, tragedia y terror,
han encontrado en Madrid
españoles y extranjeros
que no han dejado vivir.
Ifema ha sido la morgue
en su sexto pabellón,
cientos de cuerpos inertes
esperan su último adiós.
Muchos irreconocibles
por su cuerpo destrozado,
con minuciosa labor
también serán enterrados.
En Madrid se siente luto
dentro llevamos dolor
porque humanos somos muchos,
pocos, los lobos feroz.
Colaboración de Esperanza Arauz
España