Son seis meses ya desde que partiste,
dejándonos en la oscuridad de tu ausencia,
quitándonos la dicha de tu existencia,
abandonando todo lo que aquí quisiste.
Son seis meses ya que vivimos sin vivir,
negando la realidad brutal e ingrata,
que es como el destino nos trata,
arrebatando de nuestros amados el existir.
Son seis meses ya del infausto suceso,
en que nuestra mente insistente y rebelde reniega,
pues ni la tranquilidad en el recuerdo se le entrega,
ni siquiera el consuelo de un último beso.
Son seis meses ya, ¡¡qué largo trecho!!
desde que te vi y amé en mi niñez,
a la dolorosa visión de esa última vez,
yaciendo pálida y yerta en tu lecho.
Son seis meses ya, y aún no soporto,
la desdicha de mis ojos de ya no verte,
la angustia de mi corazón de viva no saberte,
en un tiempo ambiguo a la vez , largo y corto.
Son seis meses ya, ¡¡qué larga condena!!
la que nos espera, hasta seguirte,
por el sendero que va de la vida a la muerte,
y que pondrá fin a esta ingrata pena.
Son seis meses ya, mi abuela amada
y tu hija, y nosotros, tus nietos ya maduros,
junto con nuestros hijos de corazones puros,
lo aseguro ito, nunca serás olvidada.
Colaboración de Carlos Iván Campos Gutierrez
Ecuador