Hola Roxana Borrell:
Una vez más y la última que te escribiré, en esta carta quiero terminar de reflejar el amor y al mismo tiempo decirle adiós a un amor que nació de lo más lindo de nuestro ser, hoy quiero decirte y decirle al mundo lo mucho que te amé, lo mucho que te amo y lo mucho que te amaré, porque eres y serás muy especial en mi vida, siempre te llevaré presente en mi mente y en mi corazón, sé que tendré que dejarte ir, pero todos los días te encuentro en algún rinconcito de mi mente, me preguntan por qué lloro...
Lloro porque me duele tu adiós, lloro de dolor y de impotencia porque me ahoga la soledad y me supera la tristeza, lloro porque apuraste esta partida porque ya es tarde y no encuentro otra salida, sabes que al pensar en ti, mi cara se transforma en sonrisa al recordar algún momento contigo, mi vida se ilumina, y todo tiene sentido pero después despierto y me encuentro con esta dura realidad…
Y sólo mis ojos pueden decir lo que mi alma siente, siento tanto miedo de pensar, ¿qué será lo que sigue? que tanto dolor más tendré que soportar, esta no es una carta, pues no tiene la estructura, más ¿qué importa? Si son palabras que llevan impresos los sentimientos como nacen del corazón, sabes hace frío y llueve en mi corazón...
Pienso... Me hago mil preguntas, deseo gritar y que mi grito traspase las colinas, entre por tu ventana y se cuele en tus oídos... No escuchas mis ruegos por más que grito y grito. No te interesa cualquier situación que yo pueda estar pasando, nada importa ya.
Ni siquiera despedirte como Dios manda. Ni una última mirada que de pronto pueda revivir sentimientos en tu corazón y el mío, mi corazón... que no te dejan de amar y de esperar... Que seguro aún en la tumba fría y solitaria, seguirá emitiendo sus latidos y haciendo señas, tratando de ocupar un espacio en tu vida y coqueteos a tus manos para que regresen y estén aquí entre las mías.
Afuera la lluvia, adentro mi llanto. El que te dice adiós en esta noche fría, con la soledad junto a mí, como siempre seguirá y jamás dejará de estar.
No quiero molestar más a tus ojitos, que deben estar cansados de leer estas porquerías, tú puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para alguna persona tú eres el mundo. Pongo la carta en este sitio Web para que si algún día entras la puedas leer y acordarte de mí. Te amé, te amo y te amaré por siempre.
Colaboración de
Yoandris Leyva Glez
Cuba