Has llegado de la nada,
cuando yo menos lo esperé,
te metiste muy dentro y
hoy no sé qué hacer;
pues nuestro amor es imposible
y a pesar de eso te amaré.
A mi vida has llegado tarde
y aunque no pueda estar contigo,
entiéndelo amor mío: jamás dejaré de amarte.
Pues has llegado a mi vida y será para quedarte,
estás adherido a mi piel, cual si fueras un tatuaje.
Has llegado a mí, pero has llegado tarde.
Y aunque no estemos juntos,
estarás en mí a cada instante,
aunque conmigo no esté tu cuerpo
yo siempre he de amarte;
y si hoy estamos callando,
es sólo por no lastimar a alguien.
Pero te aseguro vida mía
que jamás dejaré de amarte,
te amaré en esta vida
y en las que haya más adelante.
Te amaré eternamente, cada segundo,
cada minuto y a cada instante,
tuya es mi vida aunque hayas llegado tarde.
Colaboración de Elizabeth G.
México