Hoy, el cielo está de un color confuso,
a ratos da placer ver el atardecer
pero después se ve una fuerte tormenta,
el cielo se pone gris y éste empieza a llorar,
las nubes de dolor no dejan ver el sol
y ya parece no haber vuelta atrás.
Se anega de sufrimiento y ya no se puede ver el cielo,
está tan alto que nadie puede ayudarlo ni alcanzarlo,
sin embargo, tiene que luchar con la tormenta,
tiene que ser fuerte y no rendirse
sino todo un mundo perdería y con eso millones de vidas,
aunque esté oscuro tiene que imaginarse la luz,
el brillar del radiante sol, sentir su calor y no dejarse vencer.
Esperanzas...
Colaboración de Emma Zuemy
Argentina