Soy la nada de un derrumbe,
Un pez sólo, sin cardúmen.
Sinfonías sin volumen, que hacen
eco en aquel túnel.
Soy desvío sin cartel.
Amantazgo sin hotel.
Soy tortura sin ser cruel, herida
bajo tu piel.
El llamado que no llega.
La condena sin cadenas.
La esperanza trastornada, de una
vida que fui esclava.
Soy el parto de un aborto.
Soy el uno sin el otro.
Soy payaso de tu risa, ave Fénix
sin cenizas.
Soy mordida desdentada, de una fiera
atormentada. Castigada por ser ira,
vulnerable ante tu mira.
Colaboración de
Verónica Rezko
Argentina