Érase una vez
el amor en el cielo,
la felicidad en la tierra
y los sueños en el aire.
Y desde que el corazón fue creado,
aquellos sentimientos moran allí
para que puedas ser feliz.
Para que en medio del odio...
Aprendas a amar,
para que en medio de la tristeza...
Aprendas a reír,
para que en medio de la esperanza...
Aprendas a esperar.
Así descubrirás,
que la felicidad no está más allá de las estrellas
sino que está en tu corazón...
Como árbol bien plantado,
porque así lo quiso Dios...
Para que tú fueras
lo mejor de su creación.
Colaboración de Pedro Antonio Urquijo
Colombia