Desde mi silencio, en mi soledad,
mi corazón llora porque tú no estás,
Desde mi morada, en la obscuridad,
siento la alborada pero tú te vas.
Desde mis rincones, en ésta mi cárcel,
siento sensaciones que dicen amarte.
Desde este martirio que sufro de noche,
te siento y te veo ya sin reproche.
Desde este hastío y la ingratitud,
me haces falta siempre, siempre has sido tú.
Desde que te fuiste y yo me quedé,
el alma rompiste y yo te dejé.
Desde esta morada, en la que yo habito,
se siente tu ausencia y yo lo permito.
Desde que te fuiste, desde que no estás,
las sombras me embisten, ya no tengo paz.
Desde que tu ausencia causo mí caída
mi casa te espera, día tras día.
Colaboración de Jcalo
México