Y juras que lloras y que te desangras por mí
y sigues diciendo que sin mí no vives
pero yo no he visto en ti nunca que sangres
ni la penumbra de la muerte en tus ojos.
Más sin embargo tú juras y juras
me prometes amor eterno
pero no dura sino hasta el amanecer
cuando te marchas, cuando me dejas sola.
Parece algún horrible hechizo
que hiciera que en las noches tu corazón fuese mío, sólo mío
pero, que con la luz del sol
hace desaparecer todo sentimiento por mí.
Por las mañanas me ignoras, tu ausencia me hace daño
pero por las noches eres manso y delicado
buscas mis amores, desesperado
y mis brazos tibios siempre abiertos te reciben.
¡Tontos! Porque al día siguiente los rechazas y huyes
dejando mi cama fría, sola
con el aroma de tu cuerpo, con el recuerdo de tu piel
mas sin embargo tú me juras que me amas
y yo estaré esperando el día en que cumplas este perpetuo juramento.
Colaboración de Soñadora
México