Es así, el odio sólo te trae más que acordarte… o sea, con odio no pasas página… ¿¿¿así que merece la pena odiar??? Odiar es lo que queda, odiando aún más la otra página… que nunca llega… o con el mero hecho de divulgar ese odio, crees que el libro de memoria has aprendido, cuando el odio es la gran flaqueza del gordo harto a dulces y cremas repletas, de poco empacho… que su gordura expuesta… sólo tiene un problema, el peso del cual quisiera; jamás consiguiera mientras el odio, que es rencor, desdicha en tu mente portes. Por muchos años pasarán el odio, el rencor, la página siguiente; pesará mil toneladas; por ello nunca podrás pasarla… porque tu rencor es tan tuyo que si leyeses bien antes de intentar levantar esas toneladas te aseguro que un mosquito te ayudaría... Con un soplido a tomar por viento libro… siempre un placer… Tú misma, en tu mente está el poder de tenerme en ella, siendo feliz con tu odio; toda la vida, joder, qué agonía, ¿¿no?? O pensando, joder, ¡odiarlo es lo que divulgo! ¡¡Por qué odiarlo!! ¡¡Es lo que feliz ya quisiera!! Así que prefiero me odies toda tu vida... Pero, quiérete hazte caso… y si algún día me necesitas ya sabes dónde estoy… Te deseo lo mejor.
Colaboración de Javi Carni
España