Mujer: ese ser que me desespera y que desmenuza mi alma y corazón, y los hace como arena,
Y que luego los reconstruye. Ese ser eres tú, origen y fin de mis pensamientos.
Mujer: eres fuego que forja la espada de mi voluntad,
Y que puedes transformar mi miedo en alegría y mi maldad en bondad.
Mujer: eres mi hedonismo, que seductor y sigiloso me lleva en éxtasis desde tus rojos labios como mil rosas,
pasando por tu paladar de miel, hasta llegar a tu vientre paraíso fértil y fuente de vida.
Mujer: Dueña de mi destino, mis risas y mis lágrimas, Llave del cofre que contiene mis sentimientos,
Por el sagrado brillo de la pureza de tu cuerpo te imploro que me dejes envolverte en mi regazo.
Mujer: representación perfecta y objetiva de la abstracción, que burdamente se intenta reducir a la palabra belleza.
Colaboración de Héctor Valle
México