Fue alterando mi vista,
forjando ansía a mi tacto,
con tus movimientos, ni aunque me resista,
ni deje al pensamiento intacto,
seguiré observando, llevándome fiel recuerdo…
de poses tuyas, de perfil, de frente, de pie, sentada;
icónica geografía intrigante por muchos codiciada,
por mi deshojada y que me lleva cuerdo…
y a la vez prudente, de ilusas quimeras,
que provocan tu sensual cadencia,
cascada de meneos causales de demencia;
que opacaban a otras bayaderas
al ritmo de los sones…
donde ufana tú, rompías corazones,
e involuntaria azuzabas deseos,
sabiéndote acosada por mi mirada;
altiva prodigabas tu beldad dibujada…
de la que muchos caímos presos,
y en la que ahora maniobro sin tu permiso,
con estas letras en rimas, para ti escritas,
arrojando la inspiración donde produjo y quiso,
sobre tu arquitectura con la que me agitas,
y solazas mis sentidos
con tu torbellino y sofisticado cuerpo… todo un arte,
que vincula celos con latidos,
al mirar por otros hablarte, abrazarte y bailarte,
mientras yo, quedo mirando tu trémula espalda,
tus contoneos, tus vaivenes, como fiel mendigo…
mientras tú irradias como esmeralda
y yo, con el deseo de algún día, cabriolar contigo;
utópico anhelo…
que impongo por no ser abatido,
por el roce de tu piel, la tibieza de tus manos, el paréntesis de tu cintura, que son el cielo…
un cielo prohibido, por lo que solo me animo a estas letras, y aun así estoy cohibido…
pero no asomaré disculpas, lo siento… eres exquisita,
tu geografía sensual incita,
tus curvas son excitantes al verdor,
es por eso que te escribo con fervor;
porque tu cadencia embelesa,
atropella y paraliza quereres…
esa cadencia y belleza…
Binomio derrocha placeres.
Patricia C.
Colaboración de Manu Gallegos
México