Aunque mi cuerpo esta de luto porque ya no estás a mi lado, mi corazón esta de fiesta porque hoy se cumplen 365 días desde que mis labios
tocaron los tuyos por primera vez. Delante de mí, está la botella de vino que siempre quisimos disfrutar juntos a la luz de una vela o con el calor de una chimenea. Pero siempre fue más importante el calor que nos embriagaba y no había tiempo que perder bebiendo vino.
Ahora tengo una copa llena y un corazón vacío porque ya no estás aquí... Tan vacío como tu adiós que nunca existió. Y aunque quieras desvanecerte de mi historia, tu imagen y los bellos recuerdos de aquellos tiempos en que me hiciste feliz están inmortalizados en mi mente y tatuados en mis entrañas con la esperanza de que vuelvas amor mío... De que vuelvas a disfrutar conmigo esa copa de vino.
Entonces... Estará la copa solitaria encima de la alfombra mientras nuestros cuerpos llenos de calor se estremecen entre las sábanas... amándonos sin miedo, sin pena y sin apuros... Retorciendo los pétalos de rosas rojas sacadas de las fantasías que compartimos tantas veces mientras mi cuerpo complacido descansaba sobre tu exquisito pecho.
Beberé mi copa y cerraré los ojos para sentir las lágrimas deslizándose por mis mejillas y suspiraré por tu amor que se fue sin despedirse.
Colaboración de
AC
Colombia