En la soledad de mi habitación y refugiada en este inmenso dolor intento buscar una explicación a esta tormenta que está azotando hoy mi corazón... Pienso en las cosas que vivimos juntos durante tantos años, pienso en todo lo que arriesgue para estar contigo, para ser feliz a tu lado y hacerle frente al mundo si fuese necesario... Pienso en las incontables noches que he pasado en vela tratando de entender que episodio de nuestra historia me perdí para que hoy esté tan perdida y no pueda encontrarle sentido a tan repentina actitud... Mi mundo se está derrumbando, despertar y saber que ya no volveré a saber nada de vos me duele en lo más profundo de mi ser, saber que ya no escucharé tu tierna voz, ser consciente que jamás volveré a reflejarme en tu profunda mirada hacen trizas mi corazón.
Siento como un arma punzante está atravesando de a poco mi alma y mi corazón, siento la agonía invadiendo mi ser y la amarga tristeza se apodera por completo de mí y es entonces cuando saco fuerzas de donde no sé para reponerme y seguir luchando por sobrevivir...
Es cierto, estoy muerta en vida, desde hace días mi corazón dejó de latir, ni yo sé ¡cómo estoy de pie! Lo reconozco inconscientemente me aferro a tu amor, me aferro al recuerdo de aquellos años en que fuimos inmensamente felices, años en los cuales compartimos tanto, cosas buenas, cosas malas, risas, llantos, jamás podrás decir que no luché por salvar nuestro amor, ¡por ti di hasta el último suspiro! pero para vos eso no fue suficiente, no bastó porque igual terminaste partiéndome en pequeños trocitos el corazón.
¿Sabes? aquella última vez que estábamos en vía de reconciliación y me propusiste la luna de miel con chocolate y rosas rojas me llenaste de ilusión, y te confieso que la ilusión fue más grande que aquella vez que me pusiste el anillo de compromiso y me hiciste la promesa de que estaríamos juntos hasta el final, ese fue uno de los días de mi vida más felices a tu lado, y en contrapartida mi luna de miel que nunca llegó...
Colaboración de Ihana Dolpri
Paraguay