Me refugio en ti, como ave lastimada, me refugio como un triste gato en la noche que no tiene donde ir, me refugio como el paraguas a la lluvia, como los besos a los labios, me refugio en ti, como una triste silueta en una sombra, como las nubes en el cielo, como la luz del sol a la luna.
Me refugio entre abrazos olvidados, entre risas y llantos, me refugio como un caracol a su concha, como un colibrí a sus alas, me refugio en ti, en tus palabras ya dichas, en tus actos ya hechos, en tus mentiras y engaños.
Me refugio en el mañana, y me siento, ¿qué siento?, Tan sólo me refugio en él tarde de nuestro encuentro, en mis cambios por ti, en mi dicha de verte feliz, me refugio en ti, cuando miro por mi ventana y veo jugando a los niños, corriendo por la calle, inocentes del peligro.
Me refugio en ti, mirada que se hallaba sola en el aire, en sonatas que albergaban los oídos sordos, me refugio en la voz de tu madre, en la de tu hermano, en la de tu amante. Me refugio en ti, como un arcoíris al paso de una tormenta, me refugio en opacas estrellas y en el rio de mi llanto con promesas perplejas, me refugio en ti, en mí, en Ambos.
Me refugio en tu noche y en mi día, en tu caricia tatuadas en el barco de mi cuerpo, con tu aroma inundando mis sentidos, me refugio en ti, en tu pasado y el mío, y en este adiós,
me refugio en el viento que sientes rodeando tu cuerpo mientras navegas en el mar de tu desdicha, por mi adiós no te aflijas, por mi amor no te preocupes, que ahora me refugio en ti...
Colaboración de Karnak
México