Tengo la necesidad de escribirte porque en mi vida siempre vas a estar. Al leer las conversaciones que teníamos, no sé qué creer, si era de verdad o de mentira, pero no sé, solo sé que amaba las pocas cosas juntas que tuvimos. Sinceramente, no creo poder tener algo igual a eso otra vez, no sé si porque quiero solo tenerlo más cosas así con vos o porque fue tan lindo y sé que nadie lo va a igualar. Suelo pasar por la esquina donde nos dimos nuestro primer beso. Siempre que paso, siempre la miro, siempre me acuerdo bien.
1:00 a.m., 21 de septiembre de 2013, acompañándote para despedirnos, viniste a verme un rato, me agarraste de las manos, me tiraste hacia vos, me abrazaste y me besaste, hiciste que nuestro beso fuera como el del marinero y la enfermera, muy romántico.
También me acuerdo de que mi vista no pudo dejar de observarte las veces que fuera, las veces que tenía la posibilidad, menos aún me olvido de que tu sonrisa fue la responsable de que yo me cegara a esto que tuvimos. Nunca me animaba a hablarte pero siempre iba con amigas a donde estabas porque por más muda que estaba, me gustaba observarte y que lo hicieras a veces también.
Me acuerdo todo, así como un humorista no se olvida de sus chistes, es así, tan fuerte me pegó todo lo que tuvimos, que no me olvido nada, cada detalle sigue intacto. Siempre que te recuerdo, me hago muchas preguntas: ¿me quisiste de verdad? ¿Por qué seguís atado a ese “amor enfermo”? ¿Te acordarás de mí? y así.
Aunque a veces esos recuerdos me hacen soltar algunas lágrimas, le sigo dando gracias al destino de poder haber sentido tus labios, escucharte y que seas un romántico con esta pobre mujer rechazada por el amor. Le doy gracias de haber sentido un poco de cariño, de sentir cosquilleo en la panza cuando me tocabas, solo pedí tenerte, no importa si poco o mucho, pero tenerte, no importa si minutos u horas, pero tenerte y así se me dio, sabía que el destino así como me da, me quita y disfruté cada momento con vos.
No me arrepiento, tal vez para algunos debe estar mal ser la otra que se mete en una relación ¿pero acaso es una relación lo que llevas? No es mi tema pero cuando el destino puso la propuesta de estar con vos, no pensé en nadie más que yo, no pensé el qué dirán, no pensé en ella, no pensé en mis amigos y los comentarios, pensé en mí y en vos, en vos en mi vida, cambié tanto en esos días que vos estabas en mí.
Nunca disfruté una mañana, pero con vos, no quería que nada acabara.
Cómo extraño hablar con vos, cómo quiero otra mañana con vos, otra en la que vale la pena levantarse temprano, que se cierre la puerta y hacer de la nuestra, acostarnos, mirarnos, acariciarnos y repartirnos besos. Cómo extraño entregarnos al amor y la pasión, olvidarnos de los de afuera, estar conectados uno al otro. Extraño también tus caricias, esas que me hacían ponerme roja, sentir un escalofrió tentador, extraño ver tu sonrisa y saber que el motivo de la misma fue por mí.
Te extraño maldita sea. Duele saber que solo hay recuerdos, que quedan ahí para llenarte de cualquier tipo de sentimientos, el odio, el amor, la melancolía se apoderan de mí por el solo hecho de tenerte solamente en mis más maravillosos recuerdos.
Tengo que decirte que te quise más que a cualquier otro amor de los que tuve, que tenía tanto amor para los dos si es que vos no tenías mucho para mí, te quería tanto que mi objetivo era hacerte feliz y estar bien conmigo misma. Por eso, no pedía mucho a cambio, nada más que ver tu sonrisa y que no te fueras más de mi lado.
Sé que fuiste el pecado en mi vida y que si muchos saben de lo poco que tuvimos, dirían que yo fui el pecado, pero quiero creer que el destino lo quiso por algo o fue tanto el deseo de estar junto a vos que hizo esta locura una realidad. Estábamos jugando al juego de ser amantes que con miradas nos decíamos lo que otros ni entendían, que por fuera éramos dos amigos pero por dentro nos devorábamos entre tanto amor y pasión, sé que te hacia bien, lo sé.
Espero que el destino nos vuelva a unir en un futuro, donde los dos tengamos nuestra vida ya hecha, vos sin ella, yo sin nadie, que lo que quedó pendiente, no lo ocultemos más, pero si tengo que volver a jugar el mismo juego, lo haría sin ningún tipo de preocupación, más si el destino me asegura tenerte a mi lado de nuevo, no lo pensaría mucho, no cabe ninguna duda de que me lanzaría de nuevo a vos.
Sé que muchos quieren que te olvide pero ¿cómo olvidar la locura más grande que hice por amor? Que me pidan que te odie, que sería más fácil pero olvidarte, jamás, nada de vos a mí se me olvida, podés tener muchas conquistas, a mí no me importa, yo tengo el mismo pecado pero de todas, vos resaltas.
Vos, solo vos, provocaste todo, hasta estas simples palabras, te volviste ese mucho imposible de olvidar, imposible de igualar, el que jugó el mismo juego que yo. Podrán decir que la amas, seguro que debe ser así o así te querés creer que es pero yo sé que muy en el fondo, ya ese amor se marchó, que ya no es lo mismo, que no sabes cómo escapar. Querés ser libre o conquistar otro tipo de amor, tengo fe en que podremos cruzarnos de nuevo, como la última vez, sí, eso creo.
Las palabras ya están dichas, todo lo que tenía para decirte, está acá plasmado, tal vez lo leas, tal vez no, yo hice mi descargo. Si alguna vez te sentís solo y no amado, lee todas las veces que estés así, para sentir el amor que te tuve, por más que seas lo que seas, el cariño que te tengo no se va, ponle cariño de amigos, cariño de esa vez que me gustabas tanto o los te amo que me salieron de mi más sincera verdad.
Si te sentís solo, acordate de mí, acordate de todo lo que te hacía, lo que te decía, los besos que te daba, te van a llenar de amor y te vas a olvidar si estás en el olvido. Cuando me siento así, vos estás presente y me das más fe para volverte a ver o simplemente que puedo tener otro tipo de amor. Me despido, hasta que el destino quiera cruzarnos. Acordate, eres mi medicina cuando estás junto a mí.
Lo que escribí, me lo inspiró un amor del pasado o como yo les digo “un mucho”, lo titulé mi pecado porque lo que hice con él, es un pecado para otro, meterse en la relación ajena, todo lo escrito es pura verdad.
Colaboración de RaraAdolescente
Argentina