Y es que nadie lo veía
nadie lo esperaba
y en un momento
me di cuenta lo especial que eras.
Vi el corazón más bello,
uno que sin mirarlo con los ojos
era el que yo tanto en un día
lo iba a querer sin dudar.
Un comienzo, como dirían algunos,
hacia una nueva oportunidad
de verte sin verte,
de sentirte sin tocarte,
y de quererte como a nadie.
Te quiero mucho.
Colaboración de María Uruzagasti
Argentina