Quememos como el fuego, nuestras pasiones, consumamos el deseo, y que la llama de la pasión sea nuestra guarida.
Hagamos de nuestro cuerpo un pretexto e invitemos a la intimidad a presenciar, como saboreo tu sudor, que sabe a placer.
Te propongo que recorras con tu boca mi cuerpo, que me enseñes a amarte de otra manera y que mis ojos se llenen de tu desnudez, demostremos de lo que somos capaces de sentir, el uno por el otro.
Y que en silencio se una nuestra piel y nos explique que es lo que estamos haciendo.
Quiero saber a que sabe tu aliento después de haberme recorrido. Yo te mostraré el lenguaje del amor con mis manos.
Que sea mi almohada tus pechos, para recostar los restos de un cansancio provocado.
Y como las cenizas, recordemos todo este calor que llevamos por dentro.
Colaboración de Thairy Ramirez
Venezuela