Me he sentado esta tarde a escribirte por fin, después de más de 30 años... los años que te llevo esperando. Si estás cerca o lejos...
Si lees esto o si solamente lo intuyes, ¡acércate pronto!,
¡estoy perdiendo la fe!, ¡me estoy dejando caer! Todos los
días me cuesta encontrar un motivo para levantarme…
Colaboración de
Sonia
España