Un encuentro a escondidas, que deja un sueño despierto, unas horas de adrenalina, que enloquecen a nuestros cuerpos, un suspiro de aliento, que alimentan a nuestros sentidos de amar, un lugar ajeno, que para ambos es nuestro... que convertimos en un paraíso con nuestros infinitos besos.
Una historia de amor, que no tiene fin una esperanza, que se aferra cada vez más a nuestros corazones... el inoportuno tiempo que no se paraliza la incertidumbre de aquel que nos espera… El miedo que en instante se convierte en fe y nos hace a todos olvidar la ansiedad de quedarnos atadas a nuestros cuerpos y que no exista nadie para arruinar ese momento
el esfuerzo de una despedida... y las miradas más profundas que se penetran entre sí.
Una promesa que cumplir, que nos obliga sin piedad a mentir, la certeza de un sentimiento, que nos empuja pecar.
Somos un pasaje bonito que cualquier poeta quisiera escribir, la fotografía jamás tomada de roma...
Como la interminable tinta de mi lápiz que no se cansa de escribir, una apasionante melodía que jamás nadie podría componer, la letra de la canción más famosa del año… La condena de un inocente amor que nació sin ser esperado
un reloj que nos sorprende, cuando menos lo deseamos con la oscuridad que se vuelve cómplice y al mismo tiempo codiciada...
Colaboración de RoMa
Venezuela