No sé qué buscas en las figuras de mis besos,
serán los ecos de un nostálgico amor,
o serán los sonidos de un amor nuevo,
o sólo notas enardecidas de pasión y deseo.
Pero yo quiero devorarte a besos
posada sobre el pentagrama de tu cuerpo,
sentirme tan deseada como amada
y a cuatro manos, ligada a ti
dar comienzo al concierto
en escalas crecientes de majestuoso delirio,
en tonos mayores de disonantes gemidos,
acoplando al unísono los acordes
acompasando a dos tiempos el ritmo,
hasta que la clave de tu música
junto al sol encendido en tus ojos
penetren el espacio de cada uno de mis poros
y culmine dentro mío el concierto.