Vivo con la ilusión de al fin tu rostro conocer, sé que al igual que yo, tú esperas por mi que la noche se convierta en día junto a ti.
De vivir un idilio de amor, te tatuarás en mi piel, me grabaré en tu corazón, navegaré los siete mares sólo por ti, sabrás al igual que yo, que juntos lo conquistamos todo, solos nos hundiremos en la soledad, cada día será un desafío volver a conquistarte…
Tejeremos sueños de alborada. Y cada alborada será una lucha a muerte, lucharás por hacerme sentir mujer, lucharé por hacerte sentir amado, y en una lucha de mutuo acuerdo, exploraré cada parte de tu cuerpo pasaré cada frontera de el.
Al llegar a la cima, izaré una bandera con mi amor. Probaré de tu néctar, te embriagarás con el mío. Estando al borde de la locura empezará una guerra cruel, lloverá dulce en los valles del amor…
Tu naturaleza limpiará mi cuerpo, irás despacio, suave, ardiendo en deseo, querrás llegar al final del juego. Plantar tu bandera de amor, seré yo quien sacie tu sed de afecto y serás tú mi postre predilecto, al final de la batalla, convertidos en un solo cuerpo y al final del juego quedará la duda si es deseo, necesidad o dependencia de un pasión etérea por el otro.
Y es que amarte a ti, es deleitarme con tu voz al escuchar el verbo amar.
Colaboración de
Cumandá
Ecuador