Cuando el amanecer llega,
hay tristeza en mi corazón
recordando al hijo amado,
imploro al señor
calme este dolor.
Mirando al cielo
veo la grandeza de su Amor
cual viento esparce
y trae paz a mi corazón
de una madre que implora perdón
al hijo amado y a Dios pagando un error
cual ser humano cometió.
Este poema se lo dediqué a mi hijo cuando estuve lejos de él.
Colaboración de La perla del desierto
Perú