Porque la espera ha sido larga
y el regreso interminable
yo no quiero que se acabe
este eterno susurrar,
que me ahoga y me desarma
que me mata y me condena
y que a besarte me lleva,
ya no quiero volar más.
Porque besarte es tan poco
y tocarte insuficiente
son mis ganas tan ardientes,
que en tu mirada me pierdo
y sigo y me desemboco
ando perdida y perdida
que no verte me fatiga
tengo ganas de soñar,
y perderme en tu mirar
llegar y descontrolarme
pedirte que esto no acabe,
ya no quiero volar más.
Que amor tan desconcertante,
tan fuerte y tan imponente
cansada ya de no verte
vuelve pronto junto a mí.
Porque la vida es tan gris
tan amarga y tan oscura
quiero darte mi dulzura,
ya no quiero volar más.
Quien dijo que te borraste,
como si olvidar pudiera
no hay noche que no desvela
a tu amante en su soñar
que no deja de pensar
en el amor que ha perdido
es verdad, y es un castigo
ya no para de llorar
porque aliviar no se puede
cuando la tristeza es honda
duele tanto y te destroza,
ya no quiero volar más.
Y pedirme que me aleje
es como matar a un niño,
que respira y no ha nacido;
no te vayas a marchar.
Y ya continuar no puedo,
no me pidas que te olvide
que mi alma no resiste
este largo caminar;
y ese pensar y pensar
me lleva a lo más profundo
de mi corazón desnudo,
ya no quiero volar más.
Ya no quiero volar más
quiero quedarme contigo.
Inspirado en un amor loco y sufrido.
Dedicado a Alexander López
Colaboración de Yeka Hid
Venezuela