Tú chica de piel morena, tú que con tus ojos color negro me cautivaste el primer día que nos conocimos, pasaron los dias sin darme cuenta... ya que en tu mirada me había perdido. No podía comprender lo que en mi interior sucedía, era una sensación hermosa y a la vez inexplicable, me había enamorado de ti, de tu actitud, de tu pensar, de tu inocencia, de tu figura, de tus sentimientos.
No te miento perdoname si nunca te lo dije cara a cara, intenté e intenté decirte lo que yo por ti sentía, lo mucho que caminabas por mis pensamientos con esa bella y tierna imagen de tu rostro.
Tal vez fue el miedo al murmurar de la gente, tal vez por el miedo a ser rechazado, tal vez... Tal vez por el miedo a perder tu amistad. El miedo me ató de pies y manos y no me dejó correr hacia ti, abrazarte y decirte lo mucho que me gustabas. Por miedo te perdí, perdí por el miedo a perder.