Con la inocencia de un niño te amaba, con la esperanza que llegarías a ser mi novia, frente a toda la clase expresé mi amor por ti, te sonrojaste y reíste al escucharme.
Un gran nerviosismo me invadía al verte, me enamoraban tus ojos oscuros y profundos, me encantaba tu silueta y tu porte, me maravillaba tu cabello liso y tu cutis perfecto, una sonrisa preciosa que presumías con infinitas fotos.
Deseaba con todo mi corazón, tú te fijaras en mí, deseaba poder llegar a besar tus hermosos labios y poder abrazar tu cálido cuerpo, mas no fue así.
Nunca fui el mejor en el amor, nunca logré amar como esta vez, y perdí la ilusión poco a poco pasaba el tiempo. Maldito tiempo que me dolía por alejarme de ti, ya que me sentía más patético pasaba un día más sin tenerte.
En las pocas ocasiones que te he encontrado experimento el mismo nerviosismo que me invadía esa vez que declaré mi amor, no entiendo cómo puedes seguir provocando mi dolor.
Veo tus fotos en redes sociales, veo el mismo ángel que una vez me enamoró, veo tus ojos que invaden a los míos, tu sonrisa que me entristece, tu lindo cabello que adorna tu rosto perfecto, y solo me da nostalgia y con lágrimas en las mejillas te extraño.
Te lloro por lo que nunca logré, por el tiempo que he perdido, porque dejé de perseguir mi sueño, el sueño de tenerte, fracasé por no demostrar persistencia y rendirme tan pronto.
Aún muy adentro de mi ser tengo la esperanza que más adelante el destino nos vuelva acercar y entonces daré todo lo que pueda por conquistar tu corazón.