Es dar amor sin correspondencia.
Cariños sublimes de una piel tersa, de encantos y curvas infinitas al sentimiento.
Cómplices de cuerpos encontrados, prejuiciosos al amor, de almas ausentes, de una noche soñada, de piernas entrelazadas con albas anónimas.
Rostros de filosos corazones, averiados por grandes batallas, emanando sudores de amores frustrados, marchitados sentimientos de viejas latitudes.
Cargados poemas del pasado, que alguna vez dimos con el corazón abierto y los ojos cerrados.
Amor de sexo dado a sombras, con sentimientos partidos, de noches calientes y amaneceres fríos.
Saciando momentos y consumido por profanos instintos, solo incitado por el placer innato del pecado.
Que satisface mi cuerpo a pleno y vacía mi alma a lleno.