¡Hola! Quizás este escrito no ayude en nada, quizás sí, pero qué más da, ¿no? Antes solía pensar que el amor solo se trataba de besos y abrazos, pero lo pensaba porque jamás llegué a experimentarlo, pensaba que las películas solo eran películas, que aquellos estereotipos con los que a simple a vista dices “oh, qué ridículos”, pero para el amor es más que suficiente.
Solía pensar que el amor era básicamente tonto, que nada te dejaba, que simplemente te da una ilusión y te deja. Quizás con una enseñanza y un dolor en el tal famoso “corazón” o simplemente te llegue a sacar de aquel pozo en el cual estamos acostumbrados a estar.
No necesariamente tienes que enamorarte de aquel chico perfecto, con buenas calificaciones, buen temperamento, hermosa sonrisa, atlético, todo aquello que desean nuestros padres para nosotros. También te puedes enamorar de aquel chico que simplemente no es perfecto, que quizás no tenga el mejor temperamento, que quizás no tenga la hermosa sonrisa o que no esté interesado en la escuela porque simplemente él prefiere la libertad. Quizás yo me haya enamorado de una persona así.
Jamás llegué a pensarlo y mucho menos suponerlo, solía pensar que me iba a enamorar de aquel chico perfecto que todas deseamos, pero no fue así, fue todo lo contrario, encontré un chico totalmente diferente o quizás demasiado parecido a los demás, pero para mí fue totalmente diferente.
Su manera de pensar, su manera de hablar, su vida, aquella manera en que se arriesgaba totalmente diferente a la mía, sin ni siquiera pensarlo fue como un imán para mí, quizás muchos van a pensar “qué estúpido relato” pero para mí no es estúpido, las personas te dejan enseñanzas la quieras o no, siempre, siempre las dejan. Nadie sabe por qué.
Solía imaginar que los chicos como él jamás se involucrarían con una chica como yo, totalmente ajena a todo eso a lo que ellos están acostumbrados, a lo que ellos viven. Sin embargo la vida me dio la muestra de que no es así, quizás ellos busquen un poco de paz y olvidar sus problemas con chicas como nosotras, con chicas tranquilas ajenas a lo que ellos están acostumbrados.
Chicas que simplemente te hacen pensar en lo que haces y en lo que piensas, quizás ellos solo buscan una ayuda de algo o alguien que no les deje caer al abismo, quizás ellos buscan que con tan solo mirarlas a los ojos puedan sentir paz, puedan sentir tranquilidad, que no se fijen en las apariencias o que solo hagan oídos sordos hacia lo que dicen las personas de ellos. Solo buscan ser reales, solo eso.
Tener muchos problemas no te hace mala persona, ni tampoco te hace ser buena solucionarlos, tampoco es dejar caer a las personas al abismo imaginando que solo se quieren deshacer de ti. Quizás, solo quizás, a esos chicos les han dejado caer tantas veces ahí que ya no ven la salida y cuando alguien intenta ayudarlos, no quieren salir por miedo de ser tirados al vacío de nuevo.
O quizás solo son chicos que usan a las personas, que solo te hacen creer que te quieren, que te adoran, que cuando les miras a los ojos suelen mentir con la mirada, con el tacto, contigo. Quizás cuando te hayas enterado de la verdad, quizás entonces ellos se hayan enamorado de ti o simplemente sigan burlándose de la bondad de las personas que intentaron ayudarles, que dieron todo de ellos y sin embargo ellos mintieron.
A lo mejor a esas personas están enojadas en la vida; jamás nos ponemos a pensar en por qué lo hacen. Muchos padres dicen que esas personas que nos hacen mucho daño diciendo que nos aman son personas que son “mañosas” o que simplemente son así, pero nadie sabe la verdad mas que ellos mismos, quizás sí lo sean, quizás no. Suelo imaginar que esas personas están totalmente vacías, que cuando una persona está completa no pueden verla así.
Yo conocí un chico así, lleno de problemas, tantos que dejé de llevar la cuenta. Muchas personas lo dejaron caer, lo dañaron tanto que la única cosa o forma que él sabe demostrar es dañar. Y me dañó, tanto, aun lo recuerdo. Fue un daño bueno, no de esos daños que te quiebran, este chico me dañó de una manera que nadie lo puede imaginar, de una manera que pocos conocen, me dañó con su mirada, con su sonrisa, con sus risas impregnándome todo lo bueno de él.
Sin embargo yo era consiente de que cada persona tiene su lado malo, que todo lo bueno tiene un fin O quizás no, pero para mí sí existe y eso al poco tiempo acabó. Me di cuenta de que quizás todas esas palabras y lo que me había impregnado de él haya sido mentira, que él solo me daño dándome una lección de levantarme y no acercarme a personas como él que solo te dañan.
Aun no logro entender por qué el destino decidió mostrarme un chico como él. Yo jamás le di a entender eso ¿Por qué a mí? ¿Por qué ese chico con tantos problemas vino a mí? ¿Acaso era una lección para él de la vida? Nadie lo sabe.
Sé que hay chicos como él, que van de fiesta en fiesta, que suelen acostarse con tantas chicas, que se drogan, que fuman, que toman y que creen que esa es la única vida que les espera y que no hay más, que no hay pensamientos de éxito con sus vidas, que solo piensan con negatividad, que dicen tener amigos de “verdad” cuando son realmente consientes que no lo son, que solo son amigos de “fiesta”.
Aquellos que encuentras en todos lados pero sin embargo cuando encuentras un amigo o una pareja, que te aconseja, que a pesar de todos tus problemas te sonría para que mantengas la calma y te ayude a solucionarlos, que te sonría cuando es necesario, que con tan solo mirarte se den cuenta de que estás mal, que estás vacío y que poco a poco te ayuden a recuperar todo eso que se encuentra vacío con buenas y malas experiencias que te enseñan.
Pero al final del día te das cuenta de que perdiste todo eso, que perdiste la confianza en aquellas personas o pareja que era todo lo que valía la pena, lo perdiste en un segundo ¿Recuerdas esa chica? ¿Esa chica con sonrisa asombrosa? ¿La recuerdas?
La que solía apoyarte en las buenas y en las malas, la chica que sin regalos o las mejores cartas no le importaba que esa chica simplemente quería tener lo mejor de ti, que supieras esforzarte, que supieras valorarla, que no importaba que le dieras la carta más pequeña, que le dieras un dulce o que simplemente no le dieras nada. Ella era feliz porque era consciente de que lo hiciste con esfuerzo, que intentaste dar lo mejor de ti.
¿Recuerdas esa chica que se preocupaba si no llegabas temprano a casa? Que cuando te ibas de fiesta te dejaba un mensaje de “mándame mensaje si estás bien”. ¿La recuerdas? Sí ¿verdad? Ahora recuerda cómo la alejaste de ti, cómo le hiciste sufrir. ¿Ahora lo recuerdas? Tus mentiras cuando prometías que “jamás” volverías hacerlo, jamás lo prometiste, porque “jamás” es una palabra que solo pocos suelen entender y tú no la entendiste.
Que nunca volverías a besarte con otras chicas, que simplemente no lo harías. ¿Recuerdas su mirada de ilusión cuando hacías todas esas promesas? Cuando lloró por primera vez por ti, cuando sintió esa decepción, recuerda todo eso e imagina o piensa todo el daño que le has hecho.
Que cada noche cuando llegas a casa, no hay ningún mensaje ya, ya no hay nada, que simplemente estás vacío de nuevo, que cuando lo tenías todo, lo dejaste resbalar de tus manos fácilmente, que lo dejaste ir, que cuando ella pedía ayuda tu jamás estuviste con ella, pero sin embargo ella nunca estuvo sola, muchos chicos que ella había dejado por ti, le muestran la mano cuando cayó y tú solo la dejaste caer.
Cuando ella interminablemente siempre intentó levantarte, cuando tú caías, tú tan solo la ignoraste y la viste caer y quebrarse por completo, la chica tierna, dulce, atenta, se fue y jamás regresó para ti, que contigo solo es indiferencia y frialdad, que ya nada es igual por más que lo intentes.
Solo piensa antes de hacer las cosas, quizás sea al revés, quizás esta vez no sea una chica la que sufra sino un chico. Todos son por igual, no importa. Lo importante es saber valorar a las personas cuando deberías hacerlo y jamás hacerlas sufrir ni perder esa ilusión que todos en la vida deberíamos mantener encendida, que aquellas personas que hicimos sufrir, vuelvan a confiar, que vuelvan a sentir esa emoción, que vuelan sonreír de tal manera que iluminen con su sonrisa todo el lugar, que su risa haga más feliz al mundo. Que simplemente ayuden a las personas de tal manera como lo hicieron contigo.
Colaboración de Melany Casas
México