Divulgar un sentimiento es como emparedar, cuando tu hechas el cemento ya no hay nada que manchar. Todo está escrito, encima de un papel de filtro, fino y delicado esperando ser encendido por algún joven perdido, entre las normas del olvido. Divulgar un sentimiento es volver a empezar de cero, decir lo que piensas, pensar lo que sientes y olvidarte del miedo. Afrontar las consecuencias tal y como vengan con o sin dificultad, mirarlas a la cara y decir "no debo nada por lo que pueda llorar". Las lágrimas se escurren como luces entre nubes, de oscuros pensamientos que nos nublan sentimientos, contagiados de vulnerabilidad.
Divulgar un sentimiento es tener que contar a todo aquel incauto que no te sepa valorar, un puño de verdades a las que has logrado llegar despertando pasiones escondidas en algún lugar. Donde sueños son reclutas bajo el mando del despertador, cuando gritan como locos por volver a lo que son: simples ilusiones, recreadas a montones en desorden y desazón.
Colaboración de Anna Jordana
España