En ese instante escucho el aviso del tren para abordar, Abro mis ojos y miro a mí alrededor, Dejo de tocar y me quedo mirando fijamente, Y en realidad todo este tiempo estuve soñando, Tomo mi guitarra y subo al tren, caminando entre los vagones, Decido sentarme en los últimos asientos, La gente seguía abordando en aquella estación, Yo miraba por la ventana viendo el cielo aterciopelado, Y esas nubes de papel en las que me dedicaba a escribir, Siempre me gusto mi soledad porque era lo único que conocía, En esos momentos no prestaba atención a lo que pasaba, Cuando siento en mi hombro una cálida mano, Y cuando vuelven mis sentidos, Era “Ella”, la linda dama de aquella encantadora voz, No lo podía creer que en realidad ella existiera, Y me dice: ¿puedo sentarme contigo?, Después de eso el tren se puso en marcha a su destino… No pasaron muchos segundos cuando decidí hablarle, Ella me miraba y con una sonrisa me cautivaba, Era tan linda aquella dama que me dejaba sin palabras, Me costaba mucho trabajo poder respirar a un lado suyo, Y cuando al fin intente conversar con ella, Me pregunto a donde me dirigía, Yo le conteste: “Voy a casa, hace mucho tiempo que viajo,” Ella contesta: “¿De verdad? es algo muy emocionante poder viajar, Conocer lugares y todo tipo de personas,” Enseguida respondo: “En efecto, es algo muy emocionante, He conocido en mi camino a personas agradables, Que a lo largo de mi viaje me han ayudado, Como he leído en un libro, “El que está acostumbrado a viajar, Sabe que algún día, Llegará la hora de su partida, “ Es algo triste cuando te despides, De las personas que aprecias mucho, Pero debes de seguir tus sueños, Pero para ser sincero cada vez que viajo, Siempre me pregunto esto: ¿Quiero vivir realmente mi vida así?, “ Y solo pienso en una cosa, En que sé, que algún día encontraré un lugar al que regresar, Ella me preguntó: “¿Has buscado el amor en tus viajes?” Yo le digo: “Sí, pero con mis aventuras, He aprendido mucho de lo que pensaba antes, Y realmente si pretendes buscar el amor, Lo único que encontrarás son desilusiones, tristezas, decepciones, Pero debes de estar seguro de lo que realmente quieres, Por eso me he convertido en un hombre frío y solitario, Aunque la soledad no es mala, Te permite conocerte a ti mismo y ser independiente, Hubo un tiempo en que solía sonreír, Era cuando podía sentir, Las pequeñas alegrías, Que le daban sentido a mi vida, Pero creo que a partir de hoy, Será diferente volveré a esa linda sensación…” Mientras le contaba mi historia, El tiempo pasaba tan rápido, Que no me di cuenta de que ya llegaba el tiempo, De bajar de aquel tren que me robaba el aliento, Porque al fin la había encontrado a ella, La que me dejo su aroma y su sonrisa, Cuando el tren se detiene en la estación, Me despido de ella, y le digo: “Tal vez el tiempo nos haga coincidir una vez más”, Cuando la miraba pude ver tristeza en sus ojos, Igual que en los míos, pero decidí no volver atrás, Porque sé que las lágrimas nublarían mi vista, Y ella empezó a derramar varias lágrimas, Que parecían gotas de cristal, Hermosas y transparentes, Le dije que yo no sentiría más dolor porque la conocí, “El silencio dice más de 1000 palabras” “Como desearía poder estar con ella”, Baje las escaleras del tren, Y ella camina y se queda en la puerta, Cuando lentamente, el ferrocarril se dirige a su nuevo destino, Ella me pregunta: “¿Cuál es el final de tu historia?,” Yo le contesto con una sonrisa; “El final fuiste tú, Siempre fuiste tú…..”