Las personas siempre se rinden a los problemas, no porque sea difícil de superar. Sino que se rinden por no encontrar apoyo, una mano que lo ayude a levantarse, un hombro donde desahogarse un oído que le de consejos y una voz que le de aliento. Todo los seres humanos necesitamos del uno al otro para vencer las dificultades de la vida. Pero muchos prefieren juzgar que ayudar al prójimo. El mundo será un lugar mejor cuando las personas practiquen la empatía.