Eres el amor de mi vida. Definitivamente lo eres. Y así como tantas cosas mágicas en este mundo, ese sentimiento no tiene precisamente una explicación muy lógica.
¿Qué tan lógico puede ser necesitarte tanto en mi vida cuando apenas llevamos cuatro meses de conocernos? Tal parece que fueran años... Y ahí es donde empieza la magia... Eres el amor de mi vida porque existe una conexión tan fuerte entre nosotros, una conexión que me hace sentir que te pertenezco, que soy parte de ti, que no es de ahorita este amor sino que viene desde muy atrás, como una predestinación.
Eres el amor de mi vida porque me complementas y me completas, somos diferentes en algunos aspectos pero es mejor no? Porque así podemos mirar por los ojos del otro y tener un punto de vista más amplio y claro.
Eres el amor de mi vida porque me siento tu mujer en la cama, porque tus brazos y besos me atrapan y me envuelven hasta caer en un éxtasis total... Eres el amor de mi vida porque provocas en mí, ternura, cariño y admiración.
Eres el amor de mi vida porque adoro tus ojos, tus labios, tus manos, tu aroma, tu sonrisa, tu voz, me gustas mucho, muchísimo! Y también eres el amor de mi vida porque puedo ver tus defectos, tus temores, tus miedos, pero aún viéndolos te amo y necesito estar junto a ti, aunque jamás logre contagiarte un poco de fe y confianza en la gente, un poquitín de mi idealismo... Te amo con ese tipo de amor que es para siempre y que jamás queda en el pasado, porque se vive día a día...