Quienes hemos nacido con el don o el defecto de querer comprender y motivar los sentimientos de los seres humanos, tenemos marcado en todas las páginas de la historia de nuestra vida la palabra "paciencia".
No significa que la poseamos y mucho menos que nos agrade, pero es lo que la vida nos grita en nuestras infinitas búsquedas, cuando reclamamos, cuando no entendemos, cuando no queremos aceptar... Es la única respuesta que recibimos, "ten paciencia".
Es probable que ningún ser humano (incluyéndome) quiera ser ejemplo de esa "virtud", nosotros estamos acostumbrados a vivir a un ritmo acelerado, queremos obtener todo aquello que esperamos en el tiempo que en nuestra mente hemos "estipulado" y solemos pasar la vida entre sufrimientos y desdichas al ver que las cosas suelen tardar más o quizás ni siquiera han de llegar.
Y resulta que de alguna manera cuando nuestros reclamos cesan y aceptamos las realidades, entonces entendemos que había alguna razón "lógica" o que de alguna manera lo que ha sucedido sea lo mejor. Y entonces volvemos a cruzarnos con la dichosa palabrita "Paciencia".
Esperar es duro, es difícil, suele cansar y desanimar, pero detrás de toda espera siempre habrá un buen final. No necesariamente el que esperas y quizás sea alguno que el momento ni siquiera entiendas, pero un final que mañana será la base de algún éxito, de alguna victoria, porque la Paciencia trae el aprendizaje y este trae la madurez.
Así que si algo quieres entender... Siéntate y deja que las cosas pasen, "Ten paciencia"
Colaboración de
Madis
Venezuela