Mamá, hoy siento que te amo. Te quiero. Siempre te quise. Me lo has dado todo. Pero lo que más valoro de ti es que siempre estás ahí. Cuando en mis momentos de malestar no tengo donde ir tú estás ahí y siempre me recibes con los brazos abiertos y una sonrisa maravillosa de la madre más maravillosa de este mundo.
No tienes que decir nada. Porque te conozco y te emocionas. Pero te amo. Te quiero mucho. Un beso grande, grandísimo.
Tu hijo Carlos.