Conocerte ha sido una suerte,
pensar en ti un encanto;
hablar al mundo de ti es elocuente.
llorar por ti un llanto
Tu hermosura es lo sublime
con tu suspirar rebosante
perfumas un lindo romance
y una sonrisa vivificante.
Son tus ojos que me guía;
es tu voz que me estremece:
Tu cabello el que sombría
y tu faz que me ennoblece.
Tu mirada es reflejo,
que contemplo en el ocaso;
es tu ser mi espejo
que a diario lo beso.
Es tu aroma que domina,
¡tú, princesa de las flores:
Con razón te lama reina,
luz de todos los soles.
No hay más dulce que tus palabras,
que resuenan en mi albor de la aurora
y brillan en los días de penumbras,
reluciendo con inmensa albura.
¡Cuán tiernas son tus manos,
tan cándidas como luna:
ellas son cauce para amarnos,
en el azul del mar que suena.
Si tú eres el ángel de centellas,
que está en su trono angelical,
adornando las flores bellas,
se escucha un romántico madrigal.
¡Abre tu tierno corazón!,
que me tienes loco de amor.
Mi amor está lleno de pasión,
Que en las noches gime el corazón.
Quiero el cielo y el lucero,
para que sean los testigos,
de nuestros caricias y besos
que nos daremos en el sendero.
Te amo, a ti sin primacías.
Quisiera ser el ángel de tus sueños;
un fiel y cariñoso amor tendrías,
por toda la vida de mis ensueños.
¡Que hermoso que sería,
ser amado por una princesa,
la que un gran día,
hechizara mi tibieza!
¡Cada día que amanece,
es un nuevo comienzo,
de nuestro gran romance
esperando que sea inmenso!
¡Sí, siete vidas, tuviera,
todas ellas gustoso las diera,
por el amor de la linda Susy;
el hombre más feliz fuera!