A todos los que aún podemos
abrazar fuertemente a nuestra madre,
y todo el amor que sentimos
en nuestro corazón podemos expresarles
y con todo nuestro cariño y gratitud
podemos un obsequio en su día entregarles,
con todas las fuerzas de mi alma los saludo,
y les digo lo bienaventurados que somos
porque el día que lamentablemente nos falten
dejarán en nuestra alma un profundo vacío,
el vacío de un amor que es irreemplazable,
el vacío de un lugar que tendrán en el corazón
que ni la muerte ni el tiempo podrá arrebatarles.