Finalmente te toco incrédulo y temeroso, siento el palpitar de un corazón, la textura aterciopelada de una vida en triste agonía y el rojo carmesí de tu ser le queda bien a ese aroma de café y canela de tu cuerpo. Me atrevo y te doy un fuerte y sentido abrazo, una lágrima condimentada con la sal llega a mis labios y siento el sabor del llanto, la luz del ventanal y las sombras de los recuerdos. Un pasado que no volverá frente a un fututro tan insignificante y mediocre, amor que no se corresponde hoy cuando ayer soñaba estos momentos; te amo, te siento...
Que será de aquellas fantasías que de noche se cuentan los enamorados? en fin mis dedos te presionan fuerte, mis brazos te sujetan para siempre, bienvenida soledad mía tanto tiempo sin verte; hoy no te temo llegas como un remanso de paz, tiempo para poner en su lugar las piezas rotas de un corazón viejo, bienvenida soledad te doy un beso.