Hoy escribo otra carta sin respuesta,
escribo, de alegrías y tristezas
las guardo, ya que tú no estas dispuesta,
o tal vez, no se de delicadezas,

Ya hube esperado, tanto este momento,
que quisiera, que todos lo supieran,
me llamas, quisiera gritarlo al viento,
quisiera, como veo, todos vieran,

pero es imposible, nadie me escucha,
si, quisiera, saber como tratarte,
que hablarte, no fuera, como una lucha,
porque, no quieres saber, quien amarte

hubo, desde que tu llegaste al mundo,
no me refiero a mí, sino a mis viejos,
esperarás, a que uno, moribundo,
pida mirarte, aunque sea de lejos,

yo seguiré, inmerso envuelto en un verso,
al estar adentro, en mis pensamientos
seré presa, del destino perverso,
guardaré, para mí, mis sentimientos,

viviré en silencio, mis alegrías,
sufriré tristezas, con entereza,
ya que lo quieres, serán solo mías,
no hablaré de mí, ya que no interesa,

no te preocupes, nadie, jamás,
me ha escuchado, nadie, me ha comprendido,
al no hablarme, haces una llaga mas,
a un flagelado, corazón herido,

hoy escribo otra carta a quien la lea,
escribo, con alegría y tristeza,
no espero, que nadie entienda, que vea
en mi alma, pues creo a nadie interesa,

mi destino, es que nadie a mi me entienda,
vivir cerca de todos y estar solo,
ya sin nadie, que su mano me tienda,
no deseo, que me vean con dolo,

no se como, hacer lo que tú me dices
yo te daré, todo mi amor, mi niña
pues llevas en el alma cicatrices
tal vez por eso mi niña me riña.