Cada vez que pasa el verano y viene el frío
del invierno, me siento sólo y triste.
Más triste me siento cuando pienso en ti, porque
quisiera que vinieras hacia mí para valorarte como te merecías.
Por eso aunque tú no estés a mi lado no te voy a dejar de querer.
Por eso en tu día no sólo vengo a felicitarte
sino ha agradecerte por tus esfuerzos, enseñanzas y valores
que me inculcaste día a día.
Gracias a todo lo que tú me enseñaste soy lo que soy
ahora un hombre respetuoso, trabajador, profesional y que
no le importan las cosas del pasado sólo se interesa por realizar
cosas buenas en el futuro.
Por eso siempre te voy a agradecer
por todas las cosas que me diste, que me brindaste con todo tu esfuerzo
en tu día quisiera ir hacia donde tú estés
para agradecerte y decirte cuanto te quiero y decirte que me perdones
por no saber valorarte, porque como un padre no hay dos.
Feliz día del padre, padre.
Colaboración de Bruno Cárdenas Mercado
Perú